13 de abril de 2014

“Xenia”, de Susanna Tisler Steiner

Alex Guerra Terra con el libro de Susanna Tisler Steiner
Últimamente no me concedo demasiado espacio para la lectura, esa actividad enriquecedora, relajante, evocadora de tantas vidas que no tenemos tiempo (y a veces el coraje) de vivir. Pero hace unos días fui a cenar a casa de la psicóloga, poeta, escritora y amiga Susanna Tisler Steiner que acaba de publicar “Xenia”, la experiencia de una mujer que cruza puentes, que se atreve, que pasa de la imaginación a la acción… Llevo algún tiempo pensando que ya me hace falta cruzar algún que otro puente, así que esta historia ha llegado en buen momento... Con el libro entre las manos, recién terminado, escribo estas palabras, que no pretenden ser una reseña, no soy crítica literaria, ni siquiera he hecho jamás un taller o curso de escritura. Sólo intento escribir historias, contar vivencias propias y ajenas, robar vidas y llevarlas a un papel, mezclarlas, tergiversarlas… así que estas palabras son opiniones personales emanadas del corazón.
Os prometo el placer de una lectura fresca y sencilla, aunque no por ello menos cautivadora, sino todo lo contrario. Escrito como un diario personal, algo desordenado y espontáneo, leer “Xenia” es como sentarse entre cojines mullidos con la propia protagonista y escuchar sus interesantes experiencias con el intenso aroma de un té de jazmín flotando en el aire. Pero antes que nada quisiera comentar que el preámbulo, la cena en casa de la autora, Tisler Steiner, puede que me haya predispuesto positivamente a así sentirme. Allí la conversación versó sobre nuestros “retoños” y sus escenarios, el de “Xenia”, uno de los más fascinantes que pueden existir: el desierto del Sáhara... El ambiente, la decoración, los aromas y la música que escuchamos durante toda la velada, funcionaron como un resorte a mis deseos de leer una novela que básicamente evoca eso mismo que estaba sintiendo: el embrujo del desierto. Así que al llegar a casa, esa misma noche (y era muy tarde), me adentré en la aventura de vivir de Xenia.
Alex Guerra Terra (autora de estas palabras) con Susanna Tisler Steiner (autora de "Xenia") en casa de esta última
La historia es sencilla, el lenguaje cotidiano, nada rebuscado. ¿Pero quién quiere leer algo rebuscado? No sé si es una obra maestra, tampoco lo pretende, pero sinceramente… Hay obras maestras que son un verdadero tostón, ¿o no? Pues “Xenia” no lo es, no es un tostón sino todo lo contrario, la leí en un fin de semana, y consiguió dos cosas fundamentales para que la lectura no me resulte un tedio y pueda continuar hasta el final sin aburrirme: atraparme en la historia y en querer saber qué ocurre más adelante (“engancharme”), y a la vez brindarme una multitud de guiños interesantes pero sin caer en el academicismo, sobre la cultura tuareg.
Por otra parte, aunque la autora diga y repita que no es una novela autobiográfica, que ella no es Xenia, a mí no me cabe duda de que sí está plagada de pequeños salpicones de su vida, como las referencias al pueblo catalán de Bellprat, el “afterwork” de la Diagonal de Barcelona, o ciertos personajes a los que llama por su nombre y apellido reales. Sin embargo, es cierto, no es una autobiografía, pero sí una novela con multitud de referencias personales, y tal vez, a sus sueños, a aquello que le hubiera gustado vivir. Y evidentemente, ¿a quién no le hubiera gustado? Personalmente, confieso que, como Helena, albergo un leve sentimiento de celos hacia Xenia. Tal vez sea hora de que cruce algún puente y me lance a vivir sin miedos todo, o parte de todo aquello que puebla mis sueños…
Alex Guerra Terra
Barcelona, 13 de abril de 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario