Aprender Viajando ...: Costa de Essaouira, “la entrada a la olla de comida” (Marruecos, Feb 2017)

Fortaleza portuguesa Skala del Puerto

En la costa Atlántica de Marruecos y a hora y media de Marrakesh, se encuentra la pintoresca Essaouira (“muralla”), Mugadur en lengua beréber (“la entrada a la olla de comida”). Llegamos al atardecer a esta encantadora ciudad portuaria, donde disfrutamos de una acogedora cena en un coqueto restaurante de la medina llamado The Loft, que recomiendo. Pequeño, con un menú mediterráneo limitado, pero absolutamente delicioso y sobretodo de sabores diferentes al paladar, si ya lleváis un tiempo probando tajines, keftas y cous cous. Essaouira fue habitada desde tiempos prehistóricos y visitada en el siglo V a.C. por los cartagineses quienes establecieron aquí un puesto comercial. A comienzos de nuestra era, el rey beréber Juba II estableció la fábrica de púrpura (usada por los romanos para sus togas senatoriales) Tyrian, aprovechando la gran cantidad de conchas de la costa. En tiempos modernos, portugueses, judíos y franceses tuvieron activa presencia en el sitio, dejando su impronta en la arquitectura local. El Museo Sidi Mohammed ben Abdallah de Essaouira lleva el nombre del fundador de la ciudad y se emplaza en una señorial mansión del siglo XIX. Expone una interesante muestra de artefactos que reflejan la historia de la ciudad desde tiempos prehistóricos, hasta la presencia cartaginesa, romana y beréber. Actualmente la ciudad alberga cerca de 70.000 habitantes, su medina es Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO.

Medina Essaouira

Museo Sidi Mohammed ben Abdallah

Puerto de Essaouira

En 1506 los portugueses construyeron en la costa una hermosa fortaleza, la Skala del Puerto, que se halla en su sitio muy bien conservada y vale apena visitar, por la calidad de su arquitectura y las vistas delas que se pueden disfrutar desde ella. Los cañones que se hallan a lo largo de la muralla fueron construidos en el siglo XVIII en España. La economía actual gira en torno a la pesca. El puerto es extraordinariamente activo y los pescadores venden diariamente pescado a las lonjas donde realmente se puede comer un delicioso popurrí de pescados y mariscos al grill deliciosos y frescos del día. Impresiona la cantidad de gaviotas que revolotean constantemente sobre la costa! La industria maderera, textil y alimentaria, así como al comercio de productos de artesanía, marquetería y joyería, forman también parte de las actividades de Essaouira, que tienen salida gracias al turismo que llega en busca de paz, tranquilidad y buena gastronomía. Debo apuntar que es un remanso de paz después del caos de Marrakech, y que aquí las personas son amables y tranquilas y los comerciantes no agobian como hacen en la gran ciudad… algo de agradecer. Hay pequeños establecimientos en todas las estrechas callecitas de la medina, donde pudimos disfrutar de un recorrido tranquilo y sin agobios, permitiéndonos elegir lo que realmente buscábamos.